Wednesday, December 14, 2005

Goya en Burdeos



La tríada cumbre de la pintura española -Velázquez, Goya, Picasso- se caracteriza por la originalidad y el personalismo de la obra. Los tres genios hispanos son sinónimos de curiosidad, avance e investigación pictórica.
El ejercicio de biografiar cinematográficamente a cada uno de esos hitos universales tiene que ser tremendamente complejo por múltiples razones: la difícil personalidad de cada creador, la amplia bibliografía existente o lo confuso de trasladar lo pictórico a lo fílmico.
Concretamente, en el caso de Goya, la tarea se presume como imposible: Goya es el pintor de la corte, de la nobleza, del pueblo, de lo costumbrista, de la tauromaquia, de la Ilustración española, de la amargura, de la crítica despiadada, de la alegría, de la tristeza, de los monstruos, de la guerra, de la crueldad; Goya es, en definitiva, un pintor de todo y de todos. ¿Y cómo plasmar El Todo en una película? ¿Cómo abordar tamaña empresa? La respuesta es esta película, caracterizada por una deslumbrante fotografía y por una sublime interpretación de Francisco Rabal, el vivo rostro del pintor aragonés.
Saura consigue un personalísimo filme, una conjugación de los mundos goyescos: la realidad, la memoria, los sueños.

2 comments:

Anonymous said...

chaval pon una foto tuya, te queremos conocer.

Anonymous said...

Creo que soy demasiado feo como para salir en internet

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